Ciudad Victoria, Tamaulipas.- A una década de haber atravesado los años más críticos en cuanto a violencia, Tamaulipas experimenta una transformación notable en su panorama de seguridad. Entre 2010 y 2013, el estado vivió altos niveles de criminalidad, y Ciudad Victoria fue una de las ciudades más afectadas, posicionándose como una de las más peligrosas del país, afirmó el empresario Jorge Pensado Robles.

Miembro de la Mesa de Seguridad destacó que hoy en día, Tamaulipas se ha convertido en “el Estado más seguro de la frontera norte del país”.

“Todos recordamos cómo vivíamos en 2015 o 2016, encerrados en nuestras casas, sin poder salir a hacer negocios por el temor a las extorsiones, secuestros o robos”, comentó el empresario, quien también subrayó la enorme diferencia que existe hoy en día. 

“Ahora, se puede estar con mayor tranquilidad. Los datos que manejan la Mesa de Seguridad y el Observatorio reflejan un contexto totalmente distinto”, agregó.

Este cambio positivo ha permitido que los comerciantes retomen sus actividades con mayor confianza, además de invertir en medidas de prevención como cámaras de videovigilancia y sistemas de alarma. “Hoy en día, los negocios tienen más facilidad para adquirir estas herramientas, y sobre todo, hay una mayor conciencia de que debemos cuidarnos a nosotros mismos”, expresó.

De acuerdo con cifras del INEGI, el puerto de Tampico ocupa el décimo lugar a nivel nacional en cuanto a menor percepción de inseguridad entre 91 zonas urbanas analizadas. Por su parte, la capital del estado ha mostrado una tendencia positiva tanto en percepción como en la reducción de delitos.

Pensado Robles hizo un llamado a la población a unirse a esta nueva etapa de Tamaulipas, promoviendo una imagen positiva del estado. “Hablemos bien de Tamaulipas y de Ciudad Victoria. Con la llegada de Semana Santa, invitemos a la gente a visitarnos con toda confianza. Tenemos lugares hermosos como Los Troncones, las presas, y el mar está muy cerca”, invitó.

Finalmente, enfatizó que, a diferencia de hace una década, hoy se puede circular libremente por las carreteras y realizar actividades comerciales sin el temor que antes paralizaba a la entidad. “Los robos a negocios y casas habitación han disminuido. No tengo el dato exacto, pero estoy seguro de que el semáforo delictivo va a la baja. Hoy, podemos movernos con libertad. Hace diez años, esto era impensable”, concluyó.